jueves, 9 de octubre de 2014

Pues también podría haber sido éste...


https://home.ku.edu.tr/ffisunoglu/public_html/coyote/wile-coyote-wallpaper.jpg
Hay veces que parece que los dioses disfrutan estirando sádicamente el sufrimiento de los mortales. Siempre he tenido la sensación de que disfruto (es un decir) de una especie de potencial para acercarme a mis objetivos todo lo que quiera sin llegar nunca a conseguirlos del todo, algo así como un acercamiento asintótico. Pero eso no es lo peor de todo. Lo que más me revienta es cuando he estado persiguiendo algo durante mucho tiempo (y a veces mucho significa mucho, mucho, mucho…) y tras un esfuerzo tan grande al final consigo llegar a ese objetivo, me siento vacío. Una sensación de anticlímax me invade y me identifico como el Coyote que se queda suspendido en el aire durante unos segundos antes de caer a ese abismo sin fondo. Bueno, no sin fondo, porque al final siempre se ve esa nubecilla de polvo a lo lejos señal del batacazo (claro, si no, no tendría gracia ¿verdad?).

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